Una reseña de este caballo de metal Argentino

Los orígenes de los vehículos blindados se remontan a la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto – caracterizado por la estática guerra de trincheras – pronto quedó en evidencia que era necesario disponer de una fuerza blindada capaz de romper los cercos apertrechados de las filas enemigas. El Mark I británico fue el primer tanque moderno y apareció en escena en 1915, alterando para siempre las reglas del juego. El industrialismo militar había llegado para quedarse y pronto una nueva generación de vehículos nunca antes vistos – aviones, tanques, submarinos – comenzaron a tener una participación estelar en la guerra, forzando la generación de nuevas estrategias y marcando el terreno entre las potencias militares y los ejércitos pasados de moda. Habiendo visto la eficiencia de los tanques en batalla, todos los ejércitos del mundo comenzaron a formar sus propias divisiones blindadas. La Argentina entraría tarde en la carrera – recién a mediados de la década del 30 -, cuando se decantaron por la adquisición de 160 tanques checoslovacos THNP-38. Lamentablemente la compra resultó abortada debido a la invasión alemana a Checoslovaquia – los cuales reciclarían dichos tanques y los convertirían en el Panzer 38t, el cual tendría un papel activo al inicio de la Segunda Guerra Mundial -. Parafinales de la década la fuerza blindada que disponía el ejército argentino era mínima y anticuada, compuesta de un puñado de tanques Vickers Carden Lloyd de 1934 y media docena de Crossley de 1924. Era obvio que, para el tamaño del país y la extensión de las fronteras, Argentina requería una fuerza blindada más poderosa, moderna y nutrida.

un Panzer 38t, el cual es una versión reciclada por los alemanes del tanque checo THNP-38; 160 de estos tanques deberían haber conformado la primera fuerza blindada de Argentina, pero el pedido fue cancelado (y absorbido) por los Nazis cuando éstos invadieron Checoslovaquia a finales de los años 30
El estallido de la Segunda Guerra Mundial puso a la Argentina en aprietos, ya que no había industrias ni mercados dispuestos a venderle blindados ya que la mayoría de las potencias industriales del globo estaban abocados al conflicto y no podían desviar recursos.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial puso a la Argentina en aprietos, ya que no había industrias ni mercados dispuestos a venderle blindados ya que la mayoría de las potencias industriales del globo estaban abocados al conflicto y no podían desviar recursos
Es por ello que surgió la idea de crear un blindado nacional, lo cual culminaría en la construcción del Nahuel DL-43 – un tanque mediano con cañón de 75 mm, y claramente inspirado en el Sherman M4 norteamericano, aunque incorporaba algunas mejoras respecto a éste en materia de diseño y blindaje -. Salido de fábrica en 1944, sólo se completaron 12 unidades antes de detener la producción del mismo en 1945. El fin de la Segunda Guerra Mundial derivó en una sobreabundancia de pertrechos de guerra en Europa y Estados Unidos, los cuales terminaron siendo vendidos por los aliados a precios bajísimos, y quienes llegaron a aceptar granos en parte de pago. El Nahuel DL-43 sería descartado y reemplazado por el Sherman M4, abortando el primer intento de desarrollo de un blindado auténticamente nacional (y resultando premonitorio para el destino de una gran cantidad de proyectos futuros de la industria militar argentina, los que van desde el jet Pulqui hasta el misil Condor II).
Durante los siguientes 20 años Argentina iría acumulando blindados descartados por el ejército norteamericano, creando una fuerza compuesta por Shermans M4 y Shermans Firefly (una versión británica con cañón potenciado). Pronto quedó en evidencia que eran blindados desfasados, y que resultaba necesario adquirir tanques mas modernos, veloces y efectivos en combate. La mirada fue puesta en el mercado europeo, lo cual culminó en la compra de 120 unidades de AMX 13 franceses; el suceso terminaría generando ruido en las relaciones de nuestro país con los Estados Unidos, ya que éstos habían remitido una gran variedad de blindados (desde el M41 Walker Bulldog hasta el M60 A1) para que el ejército argentino considerara incorporarlos… algo que daban por descontado hasta que se enteraron de las novedades procedentes de Europa.
El Nahuel DL-43 era un diseño criollo que tomaba muchas ideas del Sherman M4 norteamericano – por lejos el tanque más extendido de la época – y las mejoraba en algunos aspectos; lástima que el final de la segunda guerra – que generó sobreabundancia de pertrechos militares – atentó contra sus posibilidades futuras de desarrollo, derivando en tan sólo 12 unidades producidas
Sin embargo, el AMX 13 no dio el resultado esperado. La Argentina es un país extenso, caracterizado por una gran variedad de climas y condiciones de infraestructura que no siempre son las ideales. Considerando estos factores – y la dispersión de objetivos a defender en caso de agresión externa – es que resultaba necesario un blindado rápido, con buena potencia de fuego, gran autonomía y peso limitado, ya que las autopistas y los puentes de nuestro país eran incapaces de resistir el paso de un tanque de más de 50 o 60 toneladas. Es por ello que, a mediados de la década del 60, se arma el proyecto del Tanque Argentino Mediano (TAM), el cual derivaría en la primera unidad efectiva surgida de fábrica en 1979.
Durante 10 años el ejército argentino comenzó a realizar pruebas y recopilar datos, armando un listado de las cualidades que debería tener el tanque a construir. En 1974 el gobierno argentino firmó un tratado con el consorcio alemán Thyssen – Henschel, el cual le proveería tecnología y logística para la construcción del blindado. La gente de Thyssen – Henschel partió de la base del Marder – un vehículo de combate de infantería que habían diseñado para el ejército alemán -, le introdujeron mejoras en el blindaje, rediseñaron parte de su estructura y le incorporaron una torreta de tanque con cañón de 105 mm. El resultado final fue el TH-301, un prototipo del cual llegaron al país tres unidades entre 1976 y 1977.
Ciertamente el TH-301 era un vehículo veloz e inusual para la época. Apenas llegaba a las 30 toneladas, tenía un cañón potente y superaba los 75 kilómetros por hora, lo que lo convirtió en su momento en uno de los tanques más rápidos del planeta. La cabina estaba empotrada en la parte trasera del vehículo mientras que el motor iba adelante y a la derecha – un detalle que le daba protección extra a la dotación en caso de un impacto delantero al vehículo -, ubicando al conductor del lado izquierdo. Poseía una autonomía de 550 kilómetros (940 km si se lo utilizaba con los tanques auxiliares), y tenía un notable desempeño en todo tipo de climas, sea en la cordillera a 15 grados bajo cero, en la selva con 38 grados, o en la montaña a 4.500 metros sobre nivel del mar.
Inmediatamente comenzaron las modificaciones sobre el TH-301. Thyseen – Henschel comenzó la transferencia de tecnología, instruyendo métodos de fabricación, control de calidad y mantenimiento. Un cuarto TH-301 fue construido en Argentina para 1978. A los prototipos le introdujeron cerca de 1.500 cambios, especificaciones solicitadas por el ejército argentino para depurar y optimizar el tanque, y adecuarlo a sus necesidades. Y, en 1979, salió la primera unidad de la fábrica TAMSE (Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado), montada al único fin de construir los TAMs y sus diversas variantes.



Democratizar las fuerzas armadas no significa desarmarlas. Después de la Segunda Guerra Mundial los alemanes comenzaron un lento y largo proceso de democratización, lo cual derivó en la construcción de uno de los ejércitos más eficientes y poderosos del mundo, a la vez que se plegaron y respetaron el orden democrático en el que vivían. Aquí las fuerzas armadas han visto poco y nada de combate a lo largo del siglo XX – a no ser que se cuente la disparatada aventura militar de Malvinas, o las revueltas golpistas contra los gobiernos de turno, las que culminaron con grandes cantidades de bajas civiles – pero, de allí a desintegrarlas, hay una gran distancia y un serio error de criterio. Siempre se necesita un fuerza terrestre, aérea y naval fuerte para mantener el orden y custodiar las fronteras – preservándonos del flagelo moderno implementado por el narcotráfico y el contrabando -. Que hoy las fuerzas armadas se caigan a pedazos y éstas deban canibalizar sus vehículos y naves para mantenerse mínimamente operativas, habla a las claras del descuido, la falta de voluntad y la mentalidad equivocada que ha subsistido en los gobiernos de turno, de 20 años a esta parte. Hoy con el FONDEF comienza un lento y largo proceso de recuperación. Argentina no puede ser Suiza – un país desmilitarizado que posee una guardia nacional como fuerza única para mantener el orden y vigilar sus fronteras – ya que posee una extensión de territorio enorme y el mismo debe ser vigilado, amén de que los países que la rodean poseen ejércitos modernos y en pleno estado operativo. Las hipótesis de guerra son escasas y poco probables – ¿Chile?; ¿Brasil?; ¿Una nueva incursión en las Malvinas? – pero, si se llegaran a dar – por el cambio de signo político de algún vecino, o la mala decisión de algún gobierno, sea propio o extranjero -, ¿cúanto demoraría la Argentina en estar preparada y dar, por lo menos, una pelea digna? ¿Meses, años?

TAMSE fue desguazada en 1994, y lo que siguió fue el lento y artesanal mantenimiento de los 321 TAM (entre todas sus variantes) que componen la fuerza blindada del ejército argentino – amén de 120 AMX 13, algunos SK 105, y un puñado de esos engendros llamados Patagón, armados con el carro de los SK 105 y la torreta de los AMX 13, de los cuales se construyeron apenas 4 -. Se han hecho campañas de modernización – para mejorar sus sistemas de tiro, para implementar GPS y otros sistemas informáticos de última generación -, pero no existe ni por asomo otro proyecto de envergadura similar al TAM para construir algo parecido, o siquiera el intento de sustituirlo por algún similar. mucho más moderno y de fabricación extranjera.
El TAM es otro de los tantos sucesos que figuran en la larga lista de fracasos y frustraciones que componen la historia de la industria argentina. En absoluto un mal vehículo, pero boicoteado por aquellos que deberían haberlo impulsado, y clausurado en su momento de mayor esplendor por una cuestión de corrupción y mezquindad, factores contra los cuales ni el mejor de los proyectos podría haber triunfado.
Durante marzo de 2013 finalizó el proceso de actualización del primer prototipo, denominado ahora TAM 2C.
La modernización de los TAM, dotación de la I y II Brigadas Blindadas, ya está en marcha. Las labores están a cargo de Elbit System, que transformará los primeros 5. Posteriormente seguirá un lote similar, que será trabajado por personal mixto de la empresa israelí y del EA, para, finalmente, proseguir con el resto, hasta alcanzar las unidades (primer contrato) que serán ejecutadas exclusivamente por personal del Ejército, conformando un equipo de trabajo de la Dirección General de Investigación y Desarrollo, cuyo lugar de asiento son las instalaciones del Batallón de Arsenales 602, dependiente de la Agrupación de Arsenales 601, con sede en Boulogne Sur Mer, Provincia de Buenos Aires (la antigua TAMSE).

Si bien la decisión del Ministerio de Defensa fue modernizar sólo la torre, la empresa está también en condiciones de ofrecer también una reparación integral del vehículo, de acuerdo a las líneas del acuerdo. Esta oferta incorpora la experiencia de la empresa por ser fabricante integral de los sistemas, desde los componentes optrónicos hasta la integración. Además, es la contratista de varios programas en curso de modernización de vehículos de combate. La oferta incluye el empleo y capacitación de personal argentino en todas las etapas, incluyendo la implementación local del prototipo.
En diciembre de 2010 se firmó un convenio entre naciones a través del Ministerio de Defensa argentino y su similar de Israel. El mismo mes se rubrica el específico para la modernización de un prototipo del TAM 2C, que incorpora todas las mejoras que lo llevan al nivel de la tecnología absolutamente actual y permite prolongar su vida útil por lo menos por 15 años. Se realizó en el país con personal técnico israelí, pero con participación de la mano de obra local y talleres nacionales. El pacto comprende una carta intención para la realización de una serie en los talleres del Ejército y mediante el uso de 100 por ciento de mano de obra nacional y con cursos de adaptación.
¿Cómo es la modernización?
Se realizó una modernización total en la torre y se ha agregado al chasis una cámara térmica de corto alcance para el conductor, que permite una conducción en ambientes nocturnos y diurnos, de niebla y de humo. Se conservaron los componentes mecánicos y estructurales básicos, como la carcasa, cañón y vínculos elásticos. Conserva la filosofía o lógica de diseño original del TAM, pero incorpora lo último en tecnología mundial, otorgándole capacidad de noche y día y en cualquier condición climática. Una característica única que aumenta la facilidad de uso es el seguimiento automático de blancos.

Se incorporaron miras térmicas y televisivas (doble canal), tanto para el artillero como para el jefe de tanque, ambas con telémetro láser incorporado. La estabilización del arma fue remplazada y el accionamiento de la torre pasó de ser hidráulica a eléctrica. Esto aumentó la velocidad de adquisición de blancos, esencial para la supervivencia en combate. La vieja computadora analógica fue remplazada por una digital. Se incorporó una estación meteorológica para mejorar los cálculos balísticos. Asimismo, fue instalado un cobertor térmico al cañón para incrementar la precisión. Dispone de un detector de láser que indica la presencia de amenazas enemigas y permite actuar en consecuencia, ya sea pasando al ataque o tomando una maniobra evasiva, conforme a las características del enemigo, ya que tiene capacidad de identificar el origen de la amenaza.
Se reemplazó el intercomunicador e incorporó un sistema digital de comunicaciones con radio con salto de frecuencias y transmisión IP. Se agregó un sistema de información de cuadro de batalla BMS (Battle Main System), que da un exacto panorama de la situación con despliegue cartográfico. Se incluyó una unidad de potencia auxiliar (UPA) externa, que permite la operación del vehículo, siendo con su motor detenido ideal para operaciones de vigilancia sigilosa por su bajo nivel de ruido y firma térmica En el aspecto de protección de la tripulación, se agregó un sistema anti incendio en el recinto de combate. El VCTAM solamente posee uno de este tipo en el compartimiento motor MTU.
En una primera etapa, el equipo de la empresa Elbit, procedió a realizar una serie de mediciones y ensayos sobre el vehículo, para determinar el valor umbral de detección y supresión referencial a superar, o al menos a igualar. Para ello diseñaron, fabricaron, y montaron masas equivalentes a los nuevos equipos a instalar, por ejemplo, de los nuevos anteojos del apuntador y jefe de tanque. Se instaló un número cercano a los cuarenta sensores (acelerómetros) estratégicamente situados en el techo de la torre, cañón, masa oscilante, piso del cesto de torre, columnas del cesto, viga inferior o traversa del accionamiento en altura del arma.
Los valores censados se registraron y procesaron según un software de deformaciones, reproduciendo las elásticas de toda la estructura del sistema de armas. Este análisis determinó en la magnitud exacta el problema del diseño original, cual es la falta de rigidez del sistema, que redunda en un aumento del tiempo de preparación del disparo (autorización), de la estabilización de la línea de mira (ventana de coincidencia) y, en definitiva, la probabilidad de impacto en el primer disparo. Los datos fueron relevados durante la marcha en la pista de pruebas de la antigua TAMSE, sorteando los distintos obstáculos, que pusieron a prueba los sistemas de rodamiento, trasmisión, ejes y chasis en todo terreno en Campo de Mayo y durante la marcha y tiro en el polígono del Regimiento de Tanques 8 de Magdalena.
La adopción de los faldones laterales disminuye sensiblemente el efecto cometa producido por el polvo removido por el tren de rodaje durante la circulación a campo través. Se incorporó al sistema de combustible un prefiltro ciclónico separador del agua de condensación de humedad ambiente producida en los depósitos de combustible, prolongando la vida útil de los filtros. Asimismo, se reemplazó el regulador electrónico trifásico de tensión original (de un alto índice de fallos), por otro de diseño de última generación, con una regulación de la tensión abordo más fina, más estable y de alta confiabilidad. Actualmente la falla del regulador de tensión provoca la de la protección del motor MTU, más precisamente en la electrónica de parada. Dispone ahora de la capacidad para lanzar el misil Lahat mediante la adopción de un kit que le confiere 8.000 m. de alcance. Si bien aún no está programado adquirirlo, se trata de una decisión política que habrá que examinar una vez concluida una determinada cantidad de vehículos.
Secretos de la modernización
Entre otras ventajas que tiene el nuevo TAM 2C se encuentra la posibilidad de efectuar tres disparos en marcha, contra uno, por ejemplo, del Leopard 2A4. La explicación radica en que yendo a plena marcha y en el modo estabilizado, el tanque se mueve de acuerdo al terreno, mientras que el cañón permanece prácticamente inmóvil apuntando al blanco elegido. En estas circunstancias, el cargador ve como si el cañón subiera y bajara, aunque en realidad es él mismo quien lo hace con el vehículo, conforme a los accidentes del terreno.
En cambio, con el nuevo sistema se detiene la estabilización del cañón, se carga y el blanco sigue enganchado, es decir, se desestabiliza por unos momentos, mientras que el sistema de puntería sigue bloqueando el blanco. Una vez cargado y estabilizado nuevamente el cañón, este se alinea automáticamente (y desde luego estabilizándose) con la línea de puntería, claro está, en tanques cuya carga sea manual. En el tiempo que se gana permite hacer tres disparos contra uno de los carros de combate normales. Se estima que con munición especial puede tener un alcance efectivo de 3.500 m. equiparándose a oponentes con mayor calibre.
La torre girando a la máxima velocidad, en cuatro vueltas obtiene una y media de ventaja al TAM original. Para las pruebas, homologación y comparaciones, se utiliza otro con la configuración original, ambos provenientes del Comando de Brigada I, que son los que en mejor estado se encuentran. Se balanceó el cañón, cuyo desfase original era de 28 kg., se fabricó un contra peso con plomo dispuesto estratégicamente en el cañón, logrando el equilibrio del arma y optimizando la velocidad de seguimiento del blanco en altura, así como también incrementando la velocidad de captura.
Con todo el agregado del nuevo equipamiento, incluyendo el APU, el nuevo TAM pesa 1 ton. más, o sea, 31, lo que no afecta a las prestaciones, ya que tiene una importante reserva de potencia en su MTU 833 Ka 500, motor noble y potente, del cual la fuerza terrestre posee aún ejemplares nuevos en depósito. Para la homologación del sistema de puntería y estabilización se construyó un nuevo blanco en los extensos terrenos del Regimiento de Caballería de Tanques 8, en Magdalena (Provincia de Buenos Aires), a 100 km. de la capital. Para ello fue menester montar un novedoso blanco móvil, cuyo carro se desplaza movido por cables a través de 300 m. de vías férreas.
A partir de un contenedor, en cuyo interior se encuentran el sistema eléctrico de tracción del blanco, se tendieron las vías de ferrocarril sobre las que circula el carro. Tanto el contenedor como el trayecto de vías y el carro están resguardados al frente por un grueso mamelón de tierra, sobre el cual sólo asoma el blanco. Su accionamiento es remoto desde un puesto a resguardo, donde los operadores lo accionan de manera segura y se controlan, analizan y guardan todos los parámetros de los disparos. Cuando el blanco no se usa, se repliega sobre el carro y se aloja dentro del contenedor, protegido de las inclemencias.
A mediados de febrero de 2013, Elbit recibió 200 cartuchos de 105 mm. Flecha APFSDS (Armour Piercing Fin Stabibilized Discarding Sabot) provenientes de IMI (Israel Military Industries) con los que días después el TAM 2C comenzó exitosamente las pruebas de tiro sobre el nuevo blanco. El 26 de abril de 2013, con ocasión de celebrarse el día del Arma de Caballería, se llevó a cabo la presentación del TAM 2C.
Tras más de dos años de trabajo, divididos en una primera fase de nueve meses de estudios de factibilidad y firma de contrato y una segunda de un año y siete meses de estudios estructurales, diseño y fabricación de componentes, se entregó llave en mano el primer prototipo. Con la adopción de modernas tecnologías, que en este caso son nada más y nada menos que las del más reciente carro de combate israelí, el Merkava, probado y conocido. El EA ha seleccionado un material sofisticado que permitiría recuperar capacidades y mejorar con mucho las prestaciones de control de tiro, reconocimiento, comunicaciones integradas con su entorno, movilidad y disparo.
La elección de esos sistemas se potenció por las facilidades de acceso tecnológico que permitían las empresas de Israel, ya que las ofertas de origen germano eran notablemente restrictivas y costosas, cerradas en cuanto al acceso a los contenidos tecnológicos de los materiales –algo inaceptable para el EA, que está acostumbrado a poseer ciclos completos de mantenimiento en sus batallones de arsenales– y sumamente gravosas en lo económico. La unión de un buen chasis ya probado junto a un conjunto de sensores y sistemas de última generación permite la eficiente actualización del principal vehículo blindado nacional, llevándolo a un nivel de excelencia.
El completo dominio de las tecnologías aplicadas, a diferencia de otros ejércitos que poseen temibles blindados, pero sin acceso a las cajas negras, la asociación para el trabajo conjunto en los prototipos, la preparación de los sistemas de prueba y ensayos, incluyendo un polígono móvil con modernos elementos de control y análisis de tiro y sus variantes, más un exigente plan de evaluaciones en el terreno, nos muestran a un nuevo tanque de batalla, apropiado para las exigencias del momento, tales como las operaciones nocturnas, la integración electrónica entre blindados y unidades y el certero fuego en movimiento a gran distancia. Deseamos que este compendio de modernidad y eficiencia se plasme en la efectiva transformación de la flota de TAM del Ejército Argentino.
VCA Palmaria.

Único en su tipo en América Latina, el VCA Palmaria es un vehículo de combate de artillería con una gran potencia de fuego, el cual proporciona a Argentina una gran superioridad respecto a otras naciones del continente.
Diseñado en los años 80 por la empresa Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado (TAMSE), a petición del Ejército argentino, el presenta las siguientes características.
El Ejército de Argentina necesitaba un sustituto para las piezas de artillería Mk F3, de origen francés. El resultado fue el VCA Palmaria, que combina el chasis y la estructura de un tanque TAM argentino con un cañón de 155 milímetros Oto Palmaria de fabricación italiana.
Los proyectiles del Palmaria son del mismo tipo que los de la OTAN y tienen un alcance de 24 kilómetros, con munición de fragmentación, perforante y de iluminación. En el caso de usar munición especial la distancia aumenta hasta unos 30 kilómetros.
La cadencia de fuego es de 4 disparos por minuto y los obuses que dispara tienen un peso de 43,7 kilogramos. Puede lanzar hasta 28 rondas de fuego contra sus objetivos.
Como armamento secundario, para protegerse de ataques de helicópteros y aviones, porta una ametralladora de 7,62 milímetros FN MAG o de 12,7 milímetros dependiendo de la situación táctica.
Como defensa, el VCA Palmaria posee una torreta blindada de aluminio que le protege contra proyectiles de pequeño calibre y artillería del adversario. Para ocultar su posición del enemigo posee 8 lanzadores de granadas fumígenas. Dispone también de protección NBQ contra armas biológicas, químicas y nucleares.
El vehículo se desplaza gracias a un motor MTU MB-833 Ka 500 diesel de 720 caballos de potencia que le permite alcanzar velocidades de hasta 55 km/h. El tanque de combustible tiene una capacidad de 873 litros de fuel. Tiene un rango de movimiento de hasta 719 kilómetros.
El peso total del VCA Palmaria es de unas 40 toneladas con una altura de 3,2 metros y un ancho de 3,31 metros. La longitud total de la pieza de artillería autopropulsada es de 10,33 metros incluyendo el cañón. El Palmaria tiene capacidad para 5 personas.
En cuanto a las comunicaciones, posee un equipo de transmisión vehicular SEM-180 y 193 de comunicación por voz que también funciona de forma digital. Dispone de un sistema de tiro integrado denominado ‘Trueno’ que le permite disparar de forma automatizada.
Aunque no ha participado en ningún conflicto militar, el Palmaria es una pieza de artillería que se ha demostrado en los entrenamientos muy eficaz bajo las condiciones de combate moderno.
Para Argentina, disponer de una potencia de fuego semejante es una ventaja importante respecto a sus vecinos que no poseen un sistema artillero similar.
Actualmente, el único país que dispone de esta tecnología militar es Argentina con un número estimado de 20 VCA Palmaria. No se ha diseñado para la venta a terceros países, aunque no se puede descartar que en un futuro se exporte en masa.
En el 2015, los Palmaria que sirven en el Ejército de Argentina recibieron una modernización de sus sistemas electrónicos para que se mantengan preparados para las condiciones de conflicto contemporáneo.
Esto es buena señal, ya que significa que el Ejército argentino quiere que el VCA Palmaria continué en sus filas durante un largo período.
Único en su tipo en América Latina, el VCA Palmaria es un vehículo de combate de artillería con una gran potencia de fuego, el cual proporciona a Argentina una gran superioridad respecto a otras naciones del continente.
Diseñado en los años 80 por la empresa Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado (TAMSE), a petición del Ejército argentino, el VCA Palmaria presenta las siguientes características.
El Ejército de Argentina necesitaba un sustituto para las piezas de artillería Mk F3, de origen francés. El resultado fue el VCA Palmaria, que combina el chasis y la estructura de un tanque TAM argentino con un cañón de 155 milímetros Oto Palmaria de fabricación italiana.
Los proyectiles del Palmaria son del mismo tipo que los de la OTAN y tienen un alcance de 24 kilómetros, con munición de fragmentación, perforante y de iluminación. En el caso de usar munición especial la distancia aumenta hasta unos 30 kilómetros.
La cadencia de fuego es de 4 disparos por minuto y los obuses que dispara tienen un peso de 43,7 kilogramos. Puede lanzar hasta 28 rondas de fuego contra sus objetivos.
Como armamento secundario, para protegerse de ataques de helicópteros y aviones, porta una ametralladora de 7,62 milímetros FN MAG o de 12,7 milímetros dependiendo de la situación táctica.
Como defensa, el VCA Palmaria posee una torreta blindada de aluminio que le protege contra proyectiles de pequeño calibre y artillería del adversario. Para ocultar su posición del enemigo posee 8 lanzadores de granadas fumígenas. Dispone también de protección NBQ contra armas biológicas, químicas y nucleares.
El vehículo se desplaza gracias a un motor MTU MB-833 Ka 500 diesel de 720 caballos de potencia que le permite alcanzar velocidades de hasta 55 km/h. El tanque de combustible tiene una capacidad de 873 litros de fuel. Tiene un rango de movimiento de hasta 719 kilómetros.
El peso total del VCA Palmaria es de unas 40 toneladas con una altura de 3,2 metros y un ancho de 3,31 metros. La longitud total de la pieza de artillería autopropulsada es de 10,33 metros incluyendo el cañón. El Palmaria tiene capacidad para 5 personas.
En cuanto a las comunicaciones, posee un equipo de transmisión vehicular SEM-180 y 193 de comunicación por voz que también funciona de forma digital. Dispone de un sistema de tiro integrado denominado ‘Trueno’ que le permite disparar de forma automatizada.
Aunque no ha participado en ningún conflicto militar, el Palmaria es una pieza de artillería que se ha demostrado en los entrenamientos muy eficaz bajo las condiciones de combate moderno.
Para Argentina, disponer de una potencia de fuego semejante es una ventaja importante respecto a sus vecinos que no poseen un sistema artillero similar.
Actualmente, el único país que dispone de esta tecnología militar es Argentina con un número estimado de 20 VCA Palmaria. No se ha diseñado para la venta a terceros países, aunque no se puede descartar que en un futuro se exporte en masa.
En el 2015, los Palmaria que sirven en el Ejército de Argentina recibieron una modernización de sus sistemas electrónicos para que se mantengan preparados para las condiciones de conflicto contemporáneo.
Esto es buena señal, ya que significa que el Ejército argentino quiere que el VCA Palmaria continué en sus filas durante un largo período.
Fuentes: Ejército Argentino
Fotos: Argentina.gob.ar-Ejército Argentino.